¡A por el segundo reto!.

Voy a empezar por la definición de la palabra criticar que significa examinar y juzgar un asunto. Expresar opiniones o juicios negativos y contrarios sobre una cosa o persona.

Quizás te resulte difícil llevarlo a cabo, ya que parece que criticar es el deporte nacional junto con la envidia. Hay veces que no eres consciente que estas criticando y en otras ocasiones quizás si, pero realmente nos pasamos la vida juzgando a los demás, criticando, decidiendo por ellos, opinando como deberían actuar… etc.

Criticar, aunque a simple vista no lo parezca, perjudica a tu organismo. Así que, aunque solo sea por  pensar en tu bienestar, no lo deberías hacer.

Cada vez que criticas, en realidad, lo único que estas haciendo es criticarte a ti mismo. Eres capaz de ver la paja en el ojo ajeno pero no la viga en el tuyo…  Quizás no en la misma situación, por eso no somos capaces de reconocerla, pero estas criticando algo tuyo.  La vida te va ofreciendo situaciones y personas para que aprendas de ellas. La mayoría de las veces lo que tienes delante es un reflejo de una parte de ti, actual o anterior. Si te analizas seguramente te reconocerás en situaciones parecidas de hace poco o de tiempo atrás.

Criticar perjudica tu salud porque, cuando criticas, se te acidifica el cuerpo cuando debería mantenerse alcalino para que no proliferen las enfermedades en tu organismo.

Vamos a hacer una prueba que se divide en tres partes para que te des cuenta de cómo cambia nuestro organismo cuando criticas.

1-    Cierra los ojos y piensa en alguien que te haya hecho algo doloroso y muy criticable desde tu punto de vista. Critícale en voz alta, como si lo estuvieras comentando con tu mejor amig@ y pudieras hacerlo a tus anchas. Ahora párate a analizar que sensaciones corporales tienes. Seguramente estás acelerado, sientes cólera, enfado, indignación o cualquier otra sensación que no es agradable. Este sentimiento hace que aumente la  secreción de adrenalina en tu cuerpo. Es evidente que cuando criticamos a alguien nos alteramos emocionalmente, este desorden hace que el cuerpo reaccione liberando adrenalina. Esta sustancia se segrega en situaciones de alarma, de stress, de miedo, de peligro… etc y ayuda a preparar nuestro cuerpo para enfrentarse y defenderse mejor ante posibles peligros. En realidad esta sustancia se debería liberar únicamente en estos casos de riesgo (accidentes, situaciones inesperadas de peligro… etc.) puesto que permanecer en este estado de alerta no es bueno para tu organismo. He aquí otro motivo mas por el que deberías evitar criticar. ¡Párate a pensar!, ¿realmente merece la pena hacer pasar a tu cuerpo por todo esto, sólo por criticar a una persona?.

2-    Cierra los ojos y piensa en una situación placentera con una persona que te transmita paz, observa que sensaciones tiene tu organismo ahora. Serán de satisfacción, placer, sosiego, tranquilidad… etc. Esta sensación es buena para nuestro organismo y contrasta totalmente con la sensación anterior.  Creo que te compensará estar así y no con el cuerpo acelerado.

3-    Ahora viene lo más difícil de todo. Piensa en la primera situación, pero no critiques, simplemente cierra los ojos y perdona a esa persona o esa situación. Perdona con el corazón. Analiza tu cuerpo en este momento, ¿verdad que no te sientes tan mal como antes? Esta práctica te libera muchísimo de la emoción mala que está asociada a esa crítica.

Unos consejos para intentar no criticar las actuaciones de los demás:

–       Lo primero, contar las veces al día que criticas, para que seas consciente que son muchas.

–       Intenta ponerte en el lugar de la persona a la que vas a criticar.

–       Piensa que esa persona reacciona en función de las vivencias que ha tenido. A través de esas vivencias

ha creado unos patrones que le llevan a actuar de una determinada forma ante situaciones concretas.

–       Reflexiona sobre la siguiente frase: “No somos quien para juzgar a nadie”.

–       Piensa en si te gustaría que te criticaran de la forma en la que tu lo estas haciendo.

–       Cuando te tropieces con gente que te hace daño, te desprecia, te mira mal, te increpa… da las gracias y piensa que quieres a esa persona por recordarte que alguna vez tu pudiste hacer algo parecido y que no lo debes volver a hacer. Es decir, pensaras en esa persona, en la situación y dirás “gracias te quiero, por enseñarme lo que no debo hacer nunca”. Este hábito te ayudará mucho a moderar tu enfado y a criticar cada vez en menor medida a las personas. Es más, una vez que adquieras esta buena costumbre, no te gustará oír como la gente critica y el día que, por descuido, tu lo hagas (llevamos demasiados años y seguimos cayendo de vez en cuando…) te sentirás incómodo. Ya me contarás…

Te dejo unas frases de Dr. Jorge Bucay que tienen mucho que ver con la acción de criticar.

» Quiero que me oigas sin juzgarme. Quiero que opines sin aconsejarme.
Quiero que confíes en mí sin exigirme. Quiero que me ayudes sin intentar decidir por mí.
Quiero que me cuides sin anularme.
Quiero que me mires sin proyectar tus cosas en mí.
Quiero que me abraces sin asfixiarme.
Quiero que me animes sin empujarme.
Quiero que me sostengas sin hacerte cargo de mí.
Quiero que me protejas sin mentiras.Quiero que te acerques sin invadirme.
Quiero que conozcas las cosas mías que más te disgusten.
Quiero que las aceptes y no pretendas cambiarlas.
Quiero que sepas que HOY cuentas conmigo…

Sin condiciones”.

Como en el reto anterior, te animo a hacerlo, porque ES EL PRINCIPIO de un gran cambio en tu vida para sentirte realmente feliz.

¡¡¡ Que tu sonrisa te acompañe y sé feliz !!!… y si no eres capaz de conseguirlo… en RONEMTERAPIAS te podemos ayudar.