Cuando naces eres un ser puro, con una esencia única que en la medida que vas creciendo se va llenando de pensamientos, condicionamientos, normas, reglas y valores impuestos desde el exterior. Esto te llega a través de los mensajes de tu entorno más próximo (familia, escuela y amigos principalmente).

Estos mensajes te van ayudando a formar una personalidad determinada, adoptas formas que no son tuyas, sino impuestas, no son de tu esencia pura y sin darte cuenta vas poniendo máscaras por distintos motivos:

  • Para protegerte del exterior por desconfianza,
  • Para esconderte de las personas que te pueden hacer daño,
  • O para adaptarte a las formas que te exige la sociedad, llegando un momento que no sabes quien eres, porque te has disfrazado tanto para dar una imagen diferente de ti mismo que no encuentras tu esencia. Simplemente dejas de ser tu. Eres una de las múltiples máscaras que te has puesto a lo largo de tu vida.

Esto es solo una trampa de nuestra mente. Durante unos años ¡puede! que te sientas más seguro, protegido de los ataques del entorno, pero llegará un momento que no te reconozcas, porque ya no tienes solamente una máscara, tienes demasiadas y por más que quites siempre encuentras otra debajo.

Para que lo entiendas mejor te pongo algún ejemplo:

  • El sentimiento de inferioridad o baja autoestima te puede hacer estar continuamente agradando a las personas, porque necesitas su aprobación constante. ¡Ves! ahí te estas poniendo la careta de super amable, servicial, salvador, etc para recibir una palmadita en la espalda en cada acción que haces. Esto te refuerza la autoestima porque alguien te está valorando aquello que haces.
  • Otro ejemplo es la vanidad, esta es la super máscara de la perfección, de que todo va bien, de que tienes éxito. Todo ello ante los demás, porque en el fondo sabes que no es así. Pero importa más la respetabilidad, el prestigio, el status social, que ser tu mismo, con tus defectos y tus virtudes.

Como te decía antes, en el fondo, estas máscaras son para cubrir la desnudez que sientes cuando crees que no vas a ser valorado por ti mismo o sientes que vas a ser atacado.

Realmente lo que ha pasado en nuestra sociedad es que se ha dejado de lado lo natural, para dar paso a que lo correcto es lo normal. Creo que es en esa «normalidad» en donde pierdes tu esencia, porque no es lo natural en ti.

En la sociedad occidental, se tiende a ocultar las miserias y frustraciones tras una fachada artificial que trata de impresionar al prójimo. Lo increíble y realmente peligroso, es que cuanto más intentas aparentar ocultando  tus inseguridades y complejos, todo ello  va quedando enterrado tras esas  mascaras, haciéndote mucho daño porque al no enfrentarlos no los puedes superar.

Al no ponerles solución tu mismo entras en contradicción. Ya que tus pensamientos más profundos, los que tienes en el inconsciente,  no están en coherencia con tus acciones,  porque en realidad ya  no sabes quien eres…  ¿quizás un mero actor dentro de este vasto mundo? Llegas a no te reconocerte y te cuesta mucho darte cuenta que tienes más máscaras que capas tiene una cebolla.

Cuando tienes la suficiente valentía de enfrentarte a eso que has escondido durante años te sentirás liberado, como si te hubieras quitado, no solo una máscara, sino una armadura. El camino no será fácil pero la recompensa es muy gratificante. ¡Encontrarte a ti mismo!

 

Leave A Comment